miércoles, 18 de junio de 2014

Aportación de las lenguas indígenas al español

Valentín López
Hace unos días visité la ciudad de  Pachuca, Hidalgo, para asistir al XXXVI Congreso Nacional de Cronistas de Ciudades Mexicanas. En una conferencia que impartió el distinguido maestro Juan Manuel Menes Llaguno, cronista vitalicio del Estado de Hidalgo y coordinador general del Consejo Hidalguense de la Crónica, nos comentó que a Pachuca se le han dado varios significados etimológicos, pero que el correcto es el que señala Baltasar de Medina en su libro Crónica de la Santa Provincia de San Diego, publicado en 1682, que dice que Pachuca viene del náhuatl Pachyohcan, que deriva de pachtli y que significa “heno” o “planta que se abraza a los troncos de los árboles estrechándolos”, quedando su significado como “lugar estrecho”. Y que inclusive, la toponimia de esa ciudad está representada por unos cerros que abrazan a un río, el río de las Avenidas.
El maestro Menes Llaguno agregó que el mexicanismo “apapachar”, que significa apretar o abrazar cariñosamente, se deriva del mismo vocablo pachtli. Por otra parte, nos contó que en el siglo XIX,  unos árabes que visitaban frecuentemente la ciudad para comerciar lingotes de plata comenzaron a llamar a estas piezas de metal “pachocha”, porque era de Pachuca, motivo por el cual al dinero se le llega a llamar así, “pachocha”.
No cabe duda que las aportaciones que tuvieron las lenguas indígenas, principalmente el náhuatl, al idioma español lo hicieron más rico en expresiones y contenido.
Otros ejemplos de palabras de origen náhuatl son:
Atole, de atl, agua y toloa, comer. Recordemos que en el continente americano no se bebía el atole con leche, además de que era a base de harina de maíz y agua.
Tamal, proviene de tamalli, y que es una masa de maíz a la que se le agregaba grasa animal y se rellenaba de varios ingredientes como carne de guajolote. Posteriormente,  era envuelta en hojas de maíz y cocido al fuego.
Algunas personas piensan que la palabra tapanco proviene de tapar, pero no es así, viene del náhuatl tlapanco, que significa en la azotea; de tlapantli, azotea y co, en.
El tubo delgado hecho de papel o de material plástico que es utilizado para succionar bebidas llamado popote proviene del náhuatl  pópotl, que era una paja hueca que se utilizaba para hacer escobas.
Para nosotros petaca es un estuche de cuero, metal u otro material utilizado como maleta de viaje, pero proviene del náhuatl petlacalli, de pétlatl, estera o petate y calli caja.
Actualmente utilizamos la palabra mitote para señalar algún alboroto, pero era una especie de baile o danza que hacían algunos pueblos antiguos de México, en la que se adornaban vistosamente y asidos de la mano formaban un círculo, en medio del cual colocaban una bebida embriagante que tomaban hasta perder el conocimiento. Del náhuatl mitotiqui e itótia, que es bailar o danzar.
Chueco, proviene del náhuatl xocue, que significa “cojo del pie”, y actualmente lo utilizamos para señalar que una cosa es robada, torcida, desviada de su posición normal o engañosa.
Cuando vemos a unos hermanos idénticos decimos que son coates o cuates. Esta palabra proviene del náhuatl cóatl que significa “gemelo”.
Una palabra de origen purépecha es la de huarache o guarache, de quarache, que equivale a zapatos viejos. Cabe señalar que en náhuatl zapato o sandalia se dice cactli  y que zapato viejo se dice caccolli, de ahí que algunas personas le digan a sus zapatos “cacles”
La lengua náhuatl aportó
a la española un considerable
número de palabras y aún hay mucho por investigar sobre este interesante tema.

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