miércoles, 25 de junio de 2014
Los Huicholes : Costumbres, la magia y la sobrevivencia de una etnia
El nombre indígena de este singular grupo étnico es Wixaricá (Wi-ra-ri-ka), que significa ’adivinos’, aunque sus integrantes son conocidos comúnmente como Huicholes.
De acuerdo con su tradición, los huicholes tuvieron su origen en el Sur, y se perdieron debajo de la tierra, resurgiendo en el Este, en el país de hi-kuri, en el altiplano central de México.
En la actualidad es probable que no haya en todo México otro grupo étnico que conserve tan profundamente sus creencias, cultos y tradiciones.
La población huichol es de aproximadamente 13.000 personas, asentadas en un territorio montañoso de difícil acceso, situado en el noroeste de Jalisco, en la gran Sierra Madre Oriental.
El territorio huichol está calculado en unos 65 kilómetros de largo por 45 de ancho, y su economía se basa en el cultivo de maíz, frijol, y calabaza. También se dedican a la cría de vacas y ovejas, de las cuales obtienen sus productos lácteos y lana.
Los huicholes están divididos en cinco comunidades, cada una regida por un gobierno tradicionalista constituido por un gobernador, un juez, un capitán y un mayor, además, algunos auxiliares.
Esta etnia habita en casas circulares, construidas con piedras y barro, y cubiertas con techo de paja. Sus templos, dedicados a varias de sus dioses, son de forma similar, pero mucho más grandes, con la entrada mirando hacia el Oriente.
El templo principal de la región se encuentra en la comunidad de Santa Catarina, cuyo nombre antiguo es Toa-pu-llí, una montaña cercana y dedicada a la deidad principal Ta-te-wa-li, Dios del fuego.
Hay muchas cuevas sagradas dedicadas a los dioses, que tienen generalmente un pequeño arroyo o un estanque, lo cual les da un carácter sagrado, se llaman Kutsalá y sus aguas se utilizan para fines religiosos.
En las proximidades de Santa Catarina hay una cueva donde cada huichol debe bañarse una vez al año. Para las fiestas, el agua de algunos kutsala se lleva en jícaras al templo.
Muchas fiestas
Los huicholes pasan gran parte de su vida en fiestas y ceremonias. En la temporada de secas y parte de la de lluvias, las ceremonias para hacer llover son frecuentes.
Si durante la temporada de lluvias deja de llover dos o tres días, los principales se reúnen en el templo y deciden sacrificar un buey, lo cual significa una fiesta que dura dos o tres días.
Luego está la festividad de las calabazas nuevas y del maíz tostado, relacionada con el culto al hi-kuri, la más grande de las celebraciones para comer los panes de maíz, venado y beber una bebida local.
El uso del peyote, un pequeño cactus que crece en abundancia en la meseta central de México, es muy importante en la vida de los huicholes, y viajan hacia el Este para recolectarlo.
En los meses de enero y febrero los representantes de las rancherías inician el viaje que dura de siete a 10 días : los buscadores de peyote permanecen tres días en el lugar.
Al regresar se dedican a cazar venados y después de cocinarlo entre piedras calientes, la carne se corta en trozos pequeños, se seca y se guarda hasta la fiesta.
Luego los buscadores de peyote preparan el campo comunal donde se sembrará el maíz en meses posteriores. Desde que se inicia la búsqueda de los peyotes, y hasta que se termina la fiesta mantienen una abstinencia de sal y de relaciones sexuales.
Tampoco se permite el baño tanto a hombres, mujeres y niños que toman parte en la danza de la fiesta. Durante la ceremonia del peyote se pintan los rostros con diseños de la simbología mística huichol.
Como todos los grupos indígenas de México, los huicholes apenas subsisten en sus refugios, y cinco siglos parecen separarlos de los frutos de la civilización y el progreso.
viernes, 20 de junio de 2014
Los Huicholes
El pueblo huichol o wirrárica es uno de los pocos que se han mantenido puros desde antes de la conquista de los españoles. No sólo son una nación pura en sus raíces sino también en su espiritualidad y su cosmogonía. Los Huicholes gustan de hacer arreglos, ofrendas, escudos y flechas para narrar la historia de la creación del mundo y del universo, pero también usan estos mensajes para detener el viento, para llamar a la lluvia o al sol o para ejecutar rituales de hechicería. El ritual más puro de los huicholes ocurre sólo en los llamados mitotes, ceremonias religiosas en las que se ejecutan danzas y movimientos mágicos para activar la energía vital, para agitar la vida, o sea el kipuri.
Algunos antropólogos han llamado neciamente a todos estos elementos "Dioses" utilizando su propia interpretación del mundo divino; pero para los huicholes y para los antiguos mexicanos el concepto de Dios tiene una connotación más precisa: se trata de algo que es parte del cosmos y no sólo creador de él. Los huicholes son reverentes con las mismísimas fuerzas que gobiernan la vida, y no las llaman dioses, sino hermanos. El Abuelo Fuego Tatevari, la Madre Agua o Tatiei Matinieri, el bisabuelo Cola de Venado Tamatz Kayaumari, todas son encarnaciones de las fuerzas de la naturaleza, de la energía que fluye en el universo y su relación con este mundo mágico.
Los Huicholes están gobernados por una casta de chamanes, misteriosos brujos y guerreros que luchan épicas batallas en el terreno de lo sobrenatural para resolver los problemas mundanos o divinos, o simplemente para asumir el lugar del gobernador o Marakame, "el que sabe". Esta casta prepara nuevos chamanes o Matewame "el que va a saber" para mantener el linaje y el conocimiento. Los poderosos chamanes huicholes han tejido incontables relatos de poder donde libran formidables batallas en el terreno de la percepción, del que rescatan y resuelven asuntos al nivel de la vida cotidiana, confirmando con ello el liderazgo de su conocimiento, de su gobierno y de su espiritualidad.
Tal vez la vida moderna invada el mundo huichol y vaya borrando poco a poco las huellas de ese mundo mágico y misterioso, pero todavía unos pocos elegidos escogen el duro camino del chamanismo, guiados por los Marakame y por el protector abrazo del Híkuri, el rostro del divino, la planta sagrada del desierto y maestro de la forma correcta de vivir de los brujos perdidos en el tiempo.
Algunos autores como Carl Lumholtz, Fernando Benítez y Víctor Blanco Labra han visitado el mundo huichol y abierto sus puertas a occidente. Su trabajo, al igual que los libros de Carlos Castaneda, es un puente entre dos universos distantes, ajenos, y sin embargo compañeros en la historia. Pero el verdadero conocimiento de los huicholes es su sintaxis para percibir un mundo arquetípico que es la visión silenciosa de la naturaleza, el principio primitivo y fundamental de la vida al que hemos de volver para encontrarnos con la totalidad de nosotros mismos.
Huicholes
El pueblo huichol se llama a sí mismo Wirrárika o Wirraritari (en plural). Se desconoce hasta el momento si la palabra huicholes proviene de una deformación del término Wirrárika.
Localización
Los huicholes habitan en los municipios de Mezquitic y Bolaños, al norte del estado de Jalisco, así como en La Yesca y el Nayar, en el estado de Nayarit, y hay grupos minoritarios en los estados de Zacatecas y Durango.
Son cinco los centros ceremoniales en donde se instalan los gobiernos tradicionales: San Andrés Cohamiata (Tateikie), Santa Catarina Cuexcomatitián (Tuapurie), San Sebastián Teponahuaxtlán (Wautia) y Tuxpan de Bolaños (Tutsipa) en el estado de Jalisco, y Guadalupe Ocotán (Xatsitsarie) en Nayarit.
La población huichola se asienta de manera dispersa en el territorio. Mientras que en Jalisco los huicholes han logrado impedir el asentamiento de mestizos al interior de sus comunidades, en Nayarit es frecuente la convivencia en el mismo territorio con coras o con mestizos.
Infraestructura
Las condiciones orográficas de la región han limitado la construcción de caminos en esa zona. Esto ha originado problemas en la comercialización de productos locales, al encarecer las mercancías del exterior y abaratar la producción local. El difícil acceso por tierra ha generado la construcción de pistas de aterrizaje en distintas comunidades.
La Secretaría de Salud y Bienestar Social del estado de Jalisco instaló los servicios de radiotelefonía y radio. San Andrés Cohamiata, Tuxpan de Bolaños y Guadalupe Ocotán cuentan con plantas eléctricas alimentadas con gasolina. Su uso es, principalmente, para el alumbrado público.
El agua potable se extrae de los pozos; la leña sigue siendo el principal combustible.
En 12 comunidades de la región existen albergues escolares (nivel primaria) que están a cargo de la Comisión Nacional Para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), antes Instituto Nacional Indigenista (INI), y de la Secretaría de Educación Pública (SEP). En las comunidades de Guadalupe Ocotán y Santa Clara hay escuelas de las misiones franciscanas y, en algunas rancherías, la educación es impartida por las escuelas unitarias de la SEP, en donde sólo un maestro imparte los primeros tres años. En Tuxpan de Bolaños hay telesecundaria y en Mezquitic, Jalisco, una preparatoria. Sin embargo, el nivel de escolaridad en la sierra es muy bajo.
Las difíciles condiciones de vida en la sierra explican la escasa presencia de personal médico en las clínicas de salud.
Antecedentes históricos
El origen de los huicholes es incierto, aunque se han elaborado algunas hipótesis basadas en datos lingüísticos, mitológicos y arqueológicos. Es probable que los huicholes desciendan de distintos grupos que, en algún tiempo, se fueron asentando en la sierra.
Algunos de estos grupos fueron, posiblemente, tribus que pertenecieron a la familia yuto-azteca y que huyeron del poderío de algún imperio mesoamericano, en cuyo territorio se encontraron con otros grupos ya establecidos allí.
Al parecer, los ancestros de los huicholes mantuvieron una vida independiente de los grandes imperios. Los mitos hablan de cómo los antepasados huicholes eran atacados por águilas y jaguares en sus peregrinaciones a la tierra del peyote.
Es probable que entre los ascendientes de los huicholes hubiera algunas tribus teochichimecas (indios del norte). En el Códice Florentino de fray Bernardino de Sahagún se describe un ritual de los teochichimecas parecido al que realizan los huicholes con el peyote.
También es probable que algunos grupos de las tierras bajas de la costa se hayan mezclado con los antepasados huicholes en distintas épocas. La tradición oral narra cómo los dioses salieron del mar y fueron peregrinando hacia el oriente de la sierra.
En el periodo de la Conquista, las tropas de los españoles que incursionaron en la zona estuvieron comandadas por Nuño de Guzmán, quien atravesó el estado de Nayarit en su recorrido hacia el noroeste, dejando a su paso una estela de destrucción. Muchos sobrevivientes huyeron a la sierra. Ésta, por su difícil acceso, no fue conquistada. Se poblaron sus alrededores durante la última década del siglo XVI y principios del XVII. Los pueblos de Colotlán, Mezquitic, Huajimic, Huejuquilla y Tenzompa fueron fundados por los españoles como fronteras para delimitar el territorio conquistado.
El periodo Independiente fue escenario de despojo de tierras debido a las leyes de desamortización. La rebelión de Manuel Lozada, el "Tigre de Álica", recibió un gran apoyo de algunos huicholes. En 1887 el gobierno porfirista intentó nuevamente deslindar las tierras, lo que provocó enfrentamientos entre las propias comunidades.
La Revolución trajo un periodo de violencia a la sierra, que fue escenario de paso de distintos grupos armados. Aunque los huicholes no se aliaron a ningún bando en particular, la situación se tornó caótica.
La guerra cristera significó otro periodo de violencia en la zona.
Actualmente, los huicholes siguen defendiendo sus tierras de los abusos e invasiones de mestizos, quienes ejercen una constante presión para apoderarse de los recursos de su territorio.
Lengua
El huichol está emparentado con el náhuatl, así como con el pima, el yaqui, el pueblo, el cora y el tepehuano, que forman parte de la familia yuto-azteca. Tanto el cora como el huichol forman un subgrupo dentro del grupo sonorense de la rama meridional. Los huicholes utilizan la expresión tewi niukiyari, que significa "palabras de la gente", para designar a su propia lengua. El huichol contiene préstamos importantes del náhuatl y del español.
La destreza en la expresión es muy importante para su vida en colectividad. La lengua tiene también una dimensión sagrada, la cual se manifiesta en los cantos de Tsaurírrika (el cantador) y en las expresiones cifradas que ahí aparecen.
Salud
Los huicholes distinguen dos tipos de enfermedades: las originarias de la sierra y las traídas por los españoles. Las primeras son aquellas que forman parte de su cosmovisión y que requieren de la medicina tradicional para su curación; en cambio, las segundas deben ser tratadas con la medicina científica.
Para los huicholes, la enfermedad puede tener como causa la falta de responsabilidad hacia los dioses, el maleficio o el extravío del alma. En el primer caso, se deben dar ofrendas y cumplir con los requisitos exigidos por los dioses a través del mara'akame o shamán; cuando la enfermedad es originada por un maleficio, el mara'akame es quien "limpia" al enfermo con plumas, rociando humo de tabaco sobre su cuerpo y succionando con la boca el objeto extraño causante del mal.
Cuando el kupúri, parte del alma del individuo que se localiza en la parte superior de la cabeza, se extravía dejando a la persona en un estado grave, la función del mara'akame es buscar el kupúri para colocarlo en el lugar que le corresponde; en caso de que el kupúri sea robado por algún brujo, el mara'akame debe enfrentarse con él para recuperarlo.
Las enfermedades más comunes en la población son: infecciones gastrointestinales, respiratorias y de la piel; parasitosis, tuberculosis, problemas dentales, partos de alto riesgo y cáncer de matriz y mama. La desnutrición afecta a la mayoría de la población.
Vivienda
Gran parte de las casas están construidas con adobe, otras con piedras recubiertas de lodo y techos de paja. Hay viviendas de una sola habitación, la cual sirve de dormitorio y de cocina a la vez. En algunos lugares las casas tienen varias habitaciones.
En tiempo de calor, los huicholes tienden a dormir al aire libre o en las construcciones donde almacenan el grano. Junto a la vivienda se levantan pequeñas construcciones llamadas ririki, "casas de Dios", que son pequeños templos de adobe dedicados a deidades y ancestros. Las viviendas se encuentran agrupadas en ranchos, que pueden ser habitados por una familia nuclear o extensa. Es frecuente que las jóvenes parejas vayan a vivir con la familia del hombre, aunque no se trata de una norma general.
Artesanías
Las formas de expresión artística de los huicholes reflejan sus sentimientos religiosos y son plasmadas en una gran variedad de objetos rituales-tradicionales, en los diseños de la ropa y en la construcción de templos e instrumentos musicales.
Otro tipo de expresión artística son los cuadros de estambre, que se elaboran sobre tablas de madera con cera, o las piezas que se trabajan formando figuras con chaquira sobre bules, violines, tortugas, etcétera. Estos trabajos artesanales se pueden clasificar en dos tipos: los que se elaboran con fines comerciales y los que reflejan vivencias religiosas.
Territorio, ecología y reproducción social
El territorio huichol ha sido clasificado en tres zonas macroecológicas. La primera es la franja costera que se extiende desde el norte de la laguna de aguas bravas hasta la zona de Varas, donde los huicholes van a trabajar como peones; la segunda comprende los valles y cerros cercanos a la región de Ruiz y Acaponeta, en Nayarit, y la tercera región corresponde al río Chapalagana, considerada como la más importante, pues en ella se concentra la mayoría de la población. La mayor parte de esta zona se localiza en el estado de Jalisco y en el este de Nayarit, abarcando las localidades de San Andrés Cohamiata, Guadalupe Ocotán, Santa Catarina Cuexcomatitlán, San Sebastián Teponahuaxtlán y Tuxpan de Bolaños.
Debido a la accidentada topografía, la región posee una amplia variedad de climas. Las superficies cultivables son escasas debido a la inclinación del terreno. Las áreas boscosas de la región son, en su mayoría, explotadas por compañías del estado de Jalisco. La explotación forestal ha dado beneficios mínimos a la población local y ha incrementado la erosión de los suelos.
Las actividades productivas son básicamente para el autoconsumo: agricultura, pesca y caza. Los cultivos principales son el maíz, la calabaza, el amaranto, el frijol y el chile. Para labrar la tierra se sigue utilizando el sistema de estacas y cuando el terreno lo permite se trabaja con yunta de bueyes. Todas las tierras de labor son comunales.
Entre los huicholes hay una importante migración temporal: su vida religiosa, política y económica está organizada de tal modo que pueden trasladarse de un lugar a otro y regresar tiempo después. Hay asentamientos huicholes en Tepic, Calvillo, Fresnillo y Guadalajara, aunque no se puede precisar si son asentamientos permanentes o estacionales.
Organización social
El actual sistema de autoridades tradicionales de los huicholes es una mezcla de la organización prehispánica del grupo y de la impuesta por los misioneros.
Dentro de estas autoridades se encuentran los kawiteros (ancianos), quienes han cumplido con las obligaciones civiles y religiosas de la localidad, además de ser conocedores de la tradición del grupo, por lo que son las personas más respetadas de la comunidad.
Al kawitero le corresponde elegir a los funcionarios del gobierno tradicional, el cual se renueva cada año en una ceremonia de cambio de varas o bastones de mando que se realiza en enero.
Los gobiernos tradicionales se encuentran en San Andrés Cohamiata, San Sebastián Teponahuaxtlán, Tuxpan de Bolaños, Guadalupe Ocotán y Santa Catarina Cuexcomatitlán; aunque no en todas ellas se manifiesten con la misma fuerza las instituciones tradicionales.
El sistema de cargos está integrado por una serie de funcionarios encabezados por el tatoani o gobernador, cuya función principal es de carácter judicial, además de cumplir también un papel primordial en la toma de todo tipo de decisiones. Otros funcionarios son el juez o alcalde, los comisarios y los topiles, quienes cumplen funciones de mensajeros y policías, y son dirigidos por un capitán. Existe, además, otra serie de cargos religiosos asignados a cada templo o tukipa.
En relación con la familia, los hijos se reconocen como descendientes de ambos progenitores, aunque destaca el lado paterno.
Cosmogonía y religión
Los huicholes tienen su propia concepción sobre su origen e historia, en donde la memoria colectiva se refiere a aquellos hechos que tienen una significación cósmica. Para ellos, la historia "cósmica o verdadera" se encuentra plasmada en los mitos, en el arte y en todas las manifestaciones simbólicas del pueblo.
Los mitos son el modelo de todas las acciones que tienen sentido en la sociedad. Es por eso que el hulchol siembra, caza y participa en las mismas ceremonias de sus antepasados. Para él, el mundo tiene una dimensión sagrada que es considerada de gran poder y cuya manipulación está a cargo de especialistas como los mara'akate (plural de mara'akame), quienes por medio del sueño penetran en el mundo de los dioses estableciendo un nexo entre lo sagrado y lo profano.
Una de las características principales de su religión es la asociación que se da entre el maíz, el venado y el peyote. Su mitología en general hace referencia a estos elementos, por lo que los rituales, las fiestas, la organización material y temporal de la vida gira muchas veces alrededor de ellos. El maíz y el venado representan el sustento vital, en tanto que el peyote es el medio más importante para trascender el mundo profano y la manifestación material más obvia de lo sagrado. Los dioses son considerados como antepasados, en tanto que los parientes muertos pueden llegar a ser semidivinizados. De esta manera, la muerte establece un lazo más con lo sagrado.
Fiestas
Las ceremonias más importantes de los huicholes están estrechamente relacionadas con el ciclo agrícola (maíz o peyote), con la vida política o con el ciclo cristiano. Una de ellas es la fiesta del maíz tostado, que es paralela al desmonte y quema de los terrenos. En este ritual se manifiesta la unión de los tres elementos centrales de su religión: el maíz, el venado y el peyote.
Otras fiestas que se llevan a cabo en la región son las que preceden a las lluvias, que están dedicadas a las diosas de la tierra, del maíz y del crecimiento. El mara'akame canta durante varias horas los mitos correspondientes.
Las fiestas de las primeras mazorcas tienen una gran importancia para la permanencia cultural de los huicholes, pues en ellas el mara'akame relata un viaje a la tierra de Wirikuta; de esta forma los niños, presentes en el ritual, interiorizan la geografía religiosa del grupo.
Durante la temporada de sequía se realiza la peregrinación a Wirikuta, la tierra del peyote, considerada como un lugar sagrado donde moran los dioses. El objetivo de la peregrinación es doble: recolectar peyote para las ceremonias y hallar a los dioses para "encontrar la vida".
Las otras fiestas que celebran son las ceremonias sincréticas (ciclo cristiano) y las que están relacionadas con la organización política, principalmente con el cambio de varas.
Relaciones con otros pueblos
Podemos encontrar en el matrimonio un indicador de la forma en que los huicholes jerarquizan sus relaciones con otros pueblos indígenas.
Se espera que un huichol se case con un miembro del grupo o, por lo menos, que la pareja sea indígena. El matrimonio con mestizos es mal visto.
Hay relaciones cercanas con los coras, ya que con ellos tienen interacciones rituales importantes. Los huicholes abastecen de peyote a este grupo. En algunos casos, las relaciones con los tepehuanes han sido delicadas, pues se han suscitado conflictos en ciertas regiones por el uso de recursos o del territorio.
Las relaciones con los mestizos tienen distintas facetas; durante sus viajes al exterior, el huichol estrecha sus relaciones al entablar amistad y compadrazgo con ellos. Sin embargo, a nivel grupal, los huicholes desconfían de los mestizos por los abusos y despojos que éstos han cometido.
miércoles, 18 de junio de 2014
Aportación de las lenguas indígenas al español
ARTÍCULO | | POR VALENTÍN LÓPEZ G. ARANDA
Hace unos días visité la ciudad de Pachuca, Hidalgo, para asistir al XXXVI Congreso Nacional de Cronistas de Ciudades Mexicanas. En una conferencia que impartió el distinguido maestro Juan Manuel Menes Llaguno, cronista vitalicio del Estado de Hidalgo y coordinador general del Consejo Hidalguense de la Crónica, nos comentó que a Pachuca se le han dado varios significados etimológicos, pero que el correcto es el que señala Baltasar de Medina en su libro Crónica de la Santa Provincia de San Diego, publicado en 1682, que dice que Pachuca viene del náhuatl Pachyohcan, que deriva de pachtli y que significa “heno” o “planta que se abraza a los troncos de los árboles estrechándolos”, quedando su significado como “lugar estrecho”. Y que inclusive, la toponimia de esa ciudad está representada por unos cerros que abrazan a un río, el río de las Avenidas.
El maestro Menes Llaguno agregó que el mexicanismo “apapachar”, que significa apretar o abrazar cariñosamente, se deriva del mismo vocablo pachtli. Por otra parte, nos contó que en el siglo XIX, unos árabes que visitaban frecuentemente la ciudad para comerciar lingotes de plata comenzaron a llamar a estas piezas de metal “pachocha”, porque era de Pachuca, motivo por el cual al dinero se le llega a llamar así, “pachocha”.
No cabe duda que las aportaciones que tuvieron las lenguas indígenas, principalmente el náhuatl, al idioma español lo hicieron más rico en expresiones y contenido.
Otros ejemplos de palabras de origen náhuatl son:
Atole, de atl, agua y toloa, comer. Recordemos que en el continente americano no se bebía el atole con leche, además de que era a base de harina de maíz y agua.
Tamal, proviene de tamalli, y que es una masa de maíz a la que se le agregaba grasa animal y se rellenaba de varios ingredientes como carne de guajolote. Posteriormente, era envuelta en hojas de maíz y cocido al fuego.
Algunas personas piensan que la palabra tapanco proviene de tapar, pero no es así, viene del náhuatl tlapanco, que significa en la azotea; de tlapantli, azotea y co, en.
El tubo delgado hecho de papel o de material plástico que es utilizado para succionar bebidas llamado popote proviene del náhuatl pópotl, que era una paja hueca que se utilizaba para hacer escobas.
Para nosotros petaca es un estuche de cuero, metal u otro material utilizado como maleta de viaje, pero proviene del náhuatl petlacalli, de pétlatl, estera o petate y calli caja.
Actualmente utilizamos la palabra mitote para señalar algún alboroto, pero era una especie de baile o danza que hacían algunos pueblos antiguos de México, en la que se adornaban vistosamente y asidos de la mano formaban un círculo, en medio del cual colocaban una bebida embriagante que tomaban hasta perder el conocimiento. Del náhuatl mitotiqui e itótia, que es bailar o danzar.
Chueco, proviene del náhuatl xocue, que significa “cojo del pie”, y actualmente lo utilizamos para señalar que una cosa es robada, torcida, desviada de su posición normal o engañosa.
Cuando vemos a unos hermanos idénticos decimos que son coates o cuates. Esta palabra proviene del náhuatl cóatl que significa “gemelo”.
Una palabra de origen purépecha es la de huarache o guarache, de quarache, que equivale a zapatos viejos. Cabe señalar que en náhuatl zapato o sandalia se dice cactli y que zapato viejo se dice caccolli, de ahí que algunas personas le digan a sus zapatos “cacles”
La lengua náhuatl aportó
a la española un considerable
número de palabras y aún hay mucho por investigar sobre este interesante tema.
El maestro Menes Llaguno agregó que el mexicanismo “apapachar”, que significa apretar o abrazar cariñosamente, se deriva del mismo vocablo pachtli. Por otra parte, nos contó que en el siglo XIX, unos árabes que visitaban frecuentemente la ciudad para comerciar lingotes de plata comenzaron a llamar a estas piezas de metal “pachocha”, porque era de Pachuca, motivo por el cual al dinero se le llega a llamar así, “pachocha”.
No cabe duda que las aportaciones que tuvieron las lenguas indígenas, principalmente el náhuatl, al idioma español lo hicieron más rico en expresiones y contenido.
Otros ejemplos de palabras de origen náhuatl son:
Atole, de atl, agua y toloa, comer. Recordemos que en el continente americano no se bebía el atole con leche, además de que era a base de harina de maíz y agua.
Tamal, proviene de tamalli, y que es una masa de maíz a la que se le agregaba grasa animal y se rellenaba de varios ingredientes como carne de guajolote. Posteriormente, era envuelta en hojas de maíz y cocido al fuego.
Algunas personas piensan que la palabra tapanco proviene de tapar, pero no es así, viene del náhuatl tlapanco, que significa en la azotea; de tlapantli, azotea y co, en.
El tubo delgado hecho de papel o de material plástico que es utilizado para succionar bebidas llamado popote proviene del náhuatl pópotl, que era una paja hueca que se utilizaba para hacer escobas.
Para nosotros petaca es un estuche de cuero, metal u otro material utilizado como maleta de viaje, pero proviene del náhuatl petlacalli, de pétlatl, estera o petate y calli caja.
Actualmente utilizamos la palabra mitote para señalar algún alboroto, pero era una especie de baile o danza que hacían algunos pueblos antiguos de México, en la que se adornaban vistosamente y asidos de la mano formaban un círculo, en medio del cual colocaban una bebida embriagante que tomaban hasta perder el conocimiento. Del náhuatl mitotiqui e itótia, que es bailar o danzar.
Chueco, proviene del náhuatl xocue, que significa “cojo del pie”, y actualmente lo utilizamos para señalar que una cosa es robada, torcida, desviada de su posición normal o engañosa.
Cuando vemos a unos hermanos idénticos decimos que son coates o cuates. Esta palabra proviene del náhuatl cóatl que significa “gemelo”.
Una palabra de origen purépecha es la de huarache o guarache, de quarache, que equivale a zapatos viejos. Cabe señalar que en náhuatl zapato o sandalia se dice cactli y que zapato viejo se dice caccolli, de ahí que algunas personas le digan a sus zapatos “cacles”
La lengua náhuatl aportó
a la española un considerable
número de palabras y aún hay mucho por investigar sobre este interesante tema.
El aporte de las lenguas indígenas al español que hablamos en México
Desde el primer contacto de los españoles con la cultura náhuatl, la fuerza expresiva de la lengua indígena deja sentir su influencia en el español peninsular.
Vocablos como Tlatelolco, Qurétaro, Chapultepec, Xalapa, Aztlán, Guanajuato, Ecatepec, Tula, Chalco, entre otros, hoy forman parte del español y se les llama topónimos, es decir, nombres con que se designan lugares geográficos. El término topónimo viene de toponimia, palabra griega formada por topos, "lugar", y onimos,"nombre".
Son muchos los vocablos indígenas que han enriquecido al idioma español no sólo en México, sino en todo el mundo hispanoparlante:
Vocablo indígena
|
Vocablo español
|
Cuate
|
amigo
|
chamaco
|
niño
|
tecolote
|
búho
|
guajolote
|
pavo
|
tata
|
padre o abuelo
|
milpa
|
maizal
|
mecate
|
cuerda
|
jacal
|
choza
|
papalote
|
cometa
|
jitomate
|
tomate rojo
|
memela
|
tortilla
|
huipil
|
camisa
|
otate
|
carrizo
|
cócono
|
pavipollo
|
tianguis
|
mercado ambulante
|
zacate
|
pasto, césped
|
huarache
|
Sandalia
|
nene
|
niño pequeño
|
pípila
|
hembra del pavo
|
Éstos y muchos otros vocablos de origen indígena, han hecho del español de México una lengua rica en expresiones y contenido. Las lenguas indígenas que se hablaban antes de la llegada de los españoles eran diversas, las cuales, al integrarse al español, le dieron nuevos matices léxicos (vocabulario) y matices fonológicos(pronunciación). Si a esto se agrega el número de lenguas indígenas que hoy en día se hablan en México, resulta un gran mosaico lingüístico existente en la República Mexicana.
Algunas lenguas indígenas habladas en México son:
Yaqui, mayo, tepehuán, tarahumara, huichol, otomí, mazahua, zapoteco, mixteco, totonaco, zoque, huave, huasteco, maya, chol, tzotzil, tzeltal, tarasco, náhuatl.
El náhuatl es la lengua indígena que mayor influencia ha ejercido en el español que se habla en México y aun en otros países.
En cuanto a otras lenguas indígenas, pocas han logrado traspasar las fronteras provinciales. He aquí algunos indigenismos:
Huarache (sandalia), guango (holgado), charal (especie de pez), pingüica (fruto), tambache (bulto); todos ellos provenientes del tarasco de Michoacán.
RESERVA DE LA BIOSFERA CHAMELA-CUIXMALA
La imagen de esta ave es muy bonita por sus colores y sus caracteristicas esta ave tanvien es muy espesia igual que todas tiene su funcion en el ecosistema. ATTE. Lupita.
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